Cómo reciclar los lentes de contacto

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Los lentes de contacto o lentillas no son biodegradables, son hechos con hidrogel o con hidrogel de silicona.

Los lentes de contacto se descomponen en partículas que no se filtran y, por tanto, acaban en nuestros mares, aumentando la contaminación del agua por residuos de micro-plásticos.

Se habla mucho de las botellas de plástico. Pero desde hace unos años se ha comprobado que los lentes de contacto también contribuyen a la contaminación por partículas de plástico. Su tamaño puede parecer insignificante comparado con la inmensidad de nuestros mares y océanos, pero el número de lentillas que se tiran cada día es realmente significativo, y por tanto, debe considerarse un residuo en todos los sentidos. Se calcula que entre el 15% y el 20% de los usuarios de lentes de contacto tienen la mala costumbre de tirarlas por el fregadero o el inodoro. Si calculamos el 20% de 140 millones de usuarios de lentillas, significa unos 28 millones de personas deshaciéndose de sus lentillas de forma incorrecta.

Una vez que se van por el desagüe, las lentillas acaban en las alcantarillas y llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales. Aquí pasan a través de filtros, pero la mayoría de los lentes de contacto son demasiado pequeñas y flexibles para ser aisladas en este proceso, por lo que continúan su viaje en el agua, listas para ser tratadas. El tratamiento implica la presencia de bacterias que destruyen los residuos biológicos y que, por desgracia, no son capaces de disolverlas completamente, sino que las reducen a micro fragmentos, provocando la formación de microplásticos. Como resultado, estas partículas acaban en el mar y pueden ser ingeridas y acabar en los estómagos de peces y otros animales marinos. Las lentillas más gruesas, son incluso capaces de llegar intactas al mar y depositarse en el fondo marino junto con otros plásticos contaminantes, alterando el ya precario equilibrio de nuestro ecosistema y el sistema digestivo de la fauna marina.

¿Qué podemos hacer?

  • Nunca tires los lentes de contacto por el grifo o el retrete.
  • Deposítalos en la papelera.
  • La salud del planeta está en nuestras manos, por lo que cualquier pequeña ayuda puede significar un gran paso para frenar el crecimiento de la contaminación. Démosle juntos un respiro al planeta. 

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